Dibujo manuscrito preparatorio de Antonio González.
En él se representan la Virgen con el Niño Jesús y dos santos a sus pies, uno de ellos con la cruz patriarcal o arzobispal.
Procedente de la Colección de Manuel Mesonero Romanos.
Antonio González Velázquez (Madrid, 1723-1793) fue un pintor español de gran reconocimiento.
Entre otras cosas, colaboró en la realización de las pinturas murales de la bóveda y cúpula de la iglesia de las Salesas Reales de Madrid,
En 1747 comenzó su formación en Roma gracias a una beca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando bajo el magisterio de Corrado Giaquinto. Al año siguiente realizó los frescos de la iglesia de Santa Trinita degli Spagnoli.
Regresó a España y un año después colaboró en la pintura de los muros de la iglesia del Real Monasterio de la Encarnación de Madrid y de la cúpula sobre la capilla de la Basílica del Pilar de Zaragoza.
En 1757, su creciente prestigio le valió el título de Pintor de Corte, y así participó en la decoración del Palacio Real de Madrid con una pintura alegórica en el techo de la antecámara de la Reina.
En 1765 fue ascendido al cargo de director de la Academia de San Fernando y trabajó el resto de su vida en la elaboración de cartones para la Real Fábrica de Tapices bajo la dirección de Anton Raphael Mengs, quien, no obstante, consideraba su estilo obsoleto y favoreció a pintores más jóvenes, como Francisco Bayeu y Francisco de Goya, por lo que González volvió a centrarse en la pintura escenográfica para los teatros reales.
Es considerado uno de los exponentes más importantes de la pintura española del siglo XVIII, por su gran maestría y seguridad en el dibujo, en la técnica del fresco y por la originalidad de sus creaciones. Desarrolló pronto un ideario estético propio, que se aprecia en su gusto por los valores decorativos con pinceladas abocetadas y colorido brillante.
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